Desahuciados
quedamos ante las llamas de la seducción, tendidos entre sabanas de gemidos
ahogados…
Tus
manos caminaron por mi cuerpo de luna, tus dedos enloquecidos se perdieron en
la inmensidad, quedando empapados de rocío letal.
Tú, sedado
en mis brazos, adormecido, aniquilado ante mis insaciables caprichos...
Yo
profundamente dormida, volando, naufragando sobre el manto de deseos
consumados.
Tú, tan
mío, tan hombre, que con su presencia enmudece mi cuerpo, que solo habla de
ti...
Resumiendo
todo en una sola palabra, mi mundo, mi sueño, mi ángel…TU